BILLETE A BABIA

I_ QUERIDA AMERICA, QUERIDA MAMA ADOPTIVA

Ya habian pasado algunos meses pero a veces aùn se la veìa extraviada en bellos pensamientos. Aquellos que antes consideraba sus ideales de vida, hoy se habian convertido en hechos.

Llegaron 12 jovenes hijos de la anciana Europa cuando tan solo empezaba a saborearse la década de los 90. Una pequena Babilonia enclavada en el corazòn de aquella verde regiòn. Un rincòn de la Nueva Inglaterra de cuyo nombre, esta hoy adicta aventurera querrà siempre acordarse. Allì se fraguò una suculenta receta veraniega; 4 porciones de palpitante sangre teutona, 2 puñados de fresco aliento francés, una pizca de exotismo turco-belga, una cucharadita de musicalidad italiana, 2 apasionados 'pura sangre' españoles,1/2 esencia de un caràcter scandinavo made in Finland, unas migas de ferrea personalidad irlandesa y para finalizar, el delicioso aroma de un anglo-chipriota con tendencia chili-con-carnesca...
Entre tanto nuevo hijo, para algunos de los cuales serìa su primera aventura extranjera, Ella se siente feliz y no duda en acogerlos con bellos fuegos de colores, dibujando la fantasia de su gran dia, el 4 de Julio; el primer 4 de Julio como aquel, con un nuevo cielo para ellos, el que los mecerìa tantas noches, còmplice de los fumadores y tierno capazo de los dormilones.
Sus hijos naturales, facinados a primera vista, comienzan a amar a sus desconocidos hermanastros casi inmediatamente, absorbiendo la bocanada fresca de aquel hibrido grupo ansioso de aventuras. En época de crisis de valores, de crisis social en general, donde los hijos del joven continente son cuanto menos tachados de niñatos desidiosos, egoistas y despreocupados, perdidos de los ideales de todos los tiempos, incondicionales de la prensa amarilla, idiotizados de los mas media... aun queda, al parecer, una esperanza, y todos ellos eran la prueba de que aun era posible algo asì; que alguien viajara a miles de kilòmetros de su hogar, con el ùnico propòsito de ofrecer su tiempo,
su juventud, su vitalidad y precoces experiencias, para entrar en contacto y proteger a aquella otra madre mas desafortunada, madre de las madres: Naturaleza.

Aquella extraña mañana del mes de julio, desconcertò por completo a la ùltima de las aventureras andaluzas. Un intenso gris invadìa todo el paisaje que abarcaba la ventanilla de auxilio del bus. La incertidumbre habìa embarcado con ella en aquel ùltimo trasbordo hasta llegar a un destino final del que conocì bastante poco: Deerfield, NH, EEUU. Al bajar del Greyhound (*), tubo aquella grata sensaciòn, que aùn hoy encuentra dificil de describir. Hubo una invasiòn de olores en su nariz… a bosque, a montañas hùmedas, inconcebible para ella en el mes de julio ya que podìa calificar de nostàlgico aquel paisaje lluvioso. El ùltimo invierno en el lugar del que ella venìa habia sido muy cruel y tacaño. Entonces, se dirigiò ansiosa hacia las puertas de cristal que daban acceso al interior de la estaciòn y al entrar, se le escapò un suspiro de alibio al comprobar las dimensiones de la misma. Debia ser una ciudad pequeña. Se alegrò en el fondo.

* La compañía americana màs grande de autobuses interurbanos

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Abotonò nerviosamente su Old chap (1) mientras observaba con indiscrecion cuanto le rodeaba. Mirò su reloj dos millones de veces, las mismas que se dijo a sì misma que de nada servìa hacerlo. Ya llegarìan, no habia prisa pues tenia mucho tiempo por delante. Después de todo, era ella quien llegaba con 42 horas de retraso, nada podìa reprocharles.
No esperò mucho màs. La gran Pick-up (2) mostrò su morro granate a la derecha de la entrada principal. Saludò pletorica al que se presentò como Felipe, el otro español en formar parte de aquella aventura, al que habia conocido gracias a Eli, una amable funcionaria del ministerio. Luego, y con bastante menos alegrìa, dijo ‘please to meet you’ a la rubia con gafas de mosca atòmica que no demostraba demasiado entusiasmo a la que correspondiò con la mudez total. Despues de todo, tenia 38 buenas razoness para permanecer callada y expectante, tantas como horas llevaba viajando y sin apenas dormir. Asi, hizo un insulso comentario sobre el clima en aquella zona, ysin esperar demasiado de su interlocutora, se abandonò a los placeres que aquel soberbio paisaje ofrecia a sus sentidos. Cientos de àrboles decoraban y aromaizaban el camino, una leve llovizna salpicaba el parabrisas y el frote de los neumàticos sobre el asfalto mojado completaba la sinfonia natural màs perfecta jamas soñada. Todo era especial. A cada momento durante el trayecto, se desprendian de la carretera infinidad de caminos, de tierra en su mayorìa. Simpàticas cajetillas de correos, de coquetas formas y colores presidian la entrada de cada vereda, al final de lascuales se erguian las mas bellas casa que habia visto en su vida. Grandes casas de madera con grandes porches y jardines. Las puertas labradas y las ventanas de dobles postigos. Todo en dulzones colores que hacian de todo una visièon de fàbula. Le habian hablado de la belleza de la regiòn a la que se dirigia, pero nada le habia hecho pensar en aquel orgasmo visual.
Aquel espectàculo merecia su total atenciòn, mucho màs que cualquiera de los comentarios que a su lado, y en inglés, hubiera podido escuchar. Tanto fue asi, que casi no notò como la furgoneta se desviaba por una de aquellas veredas al lado izquierdo del camino.



1- Marca de prendas vaqueras
2- Tipico modelo de camioneta americana

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CC

HISTORIAS EN TRES MINUTOS_ Parte II

...DIME ESPEJITO

- Acércate mujer!! Aun màs!!! Sin miedo. Mira bien... Te costaba tanto imaginarte con semejante aspecto!!

Disfruta de esos 95-200-100. Te habias propuesto tener hijos antes de los treinta y si te despistas tus sobrinos te hacen "Tata-ra-tata"...
Lo has conseguido. Regodéate victoriosa. La ùltima gran hazaña de una media vida: La maternidad. Porque, veamos:
Montaste en globo, aunque éste nunca se moviera de su enclave, unido como estaba por una cuerda 200 metros bajo tus pies.
No plantaste un àrbol, pero sembraste fresas y coliflores en aquella campiña desértica de Alicante.
No escribiste un libro, pero el recuerdo de aquellos relatos post-adolescentes te devuelve el eco de lo que podìa ser una carrera prometedora...

Mìrate, mìrate en la belleza que te devuelve tu imagen serena, adulta y esperanzadora.

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LA CAFETERA MALDITA

Pasaba los dias sola, con la ùnica compañia de aquel calvo timido y bonachòn. Esperando la llegada del sàbado, cuando, orgullosa, daba gusto y sabor a un grupo variopinto que se empeñaba en hacerla competir con el té, las infusiones y hasta la mistela. Desde hacia algun tiempo se la veìa algo distraida; le preocupaba el continuo boicot de aquella mano malvada, que semana tras semana se obstinaba en dejarla sin cuerpo, vacia, hueca, rompiendo en mil pedazos su vientre cristalino.
Mañana serà otro dia,-se decìa-, y el dulce calvito de mi vida me comprarà un nuevo vestido transparente, para seguir haciendo aquello que mas me gusta: cafetear.


A Laura

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CC