Cuando la mùsica cesò, Sole diò un gran sorbo a su mojito y dijo mirando a Ana con cara picarona
- Ya te lo he dicho mil veces, no trabajaré hasta los sesenta, ni viviré hasta los ochenta, està claro? Si todo va bien, me jubilo a los cincuenta y cinco aunque me queden cuatro duros de paga.
- Qué piensas hacer entonces? -respondiò Ana con sorna-, cultivar tomates para mantenerte? Sabes que con tu gusto por los viajes no tardaràs en arrepentirte. Te aburriràs!
- Nadaaaaaaaaa màs lejos que Filipinas! No me aburriré. Y si viajo solo una vez al año, serà tan intenso que merecerà la pena. Y sì, si puedo, cultivaré también mis propios tomates.
- Eso es fàcil decirlo ahora, -explotò Ana-, pero llegado el momento te rajaràs.
- Ya veremos quién tiene razòn, -amenazò Sole-, solo te digo que te vayas preparando para saltar del Yelmo en Parapente a los setenta para esparcir rmis cenizas y…
- Anda calla, calla… Me das escalofrios solo de pensar que serias capaz de acabar con todo antes de llegar a los setenta….Y lo peor es la seguridad y el aplomo con el que lo planteas.
- Miralo desde este punto de vista, -terminò Sole-, aùn me quedan màs de veinte años de disfrute …