Te crucé una mañana en el ascensor, tus buenos dias con olor a tabaco se mezclaron con mi suspiro al descubrir la esencia de cedro en tu perfume.
El cedro me pone como loca.
No sabes que existo, probablemente nunca lo sabràs. Pero mientras siga viéndote pasar cada dia, guapo como Dios y marcharte aùn màs guapo todavia, seguiré redactando estos mails diarios, que te enviaré solo con el pensamiento, y quién sabe, quizàs un dia descubriràs que hay alguien detràs del mostrador del fondo.
Una loca de atar